Esta semana ya empieza a
notarse el frío de verdad y la prueba de que el invierno ya está
llamando a la puerta es que las castañeras ya están en sus puestos en el lugar
de siempre. Por eso, me apetecía hacer un postre sano pero muy dulce y
calentito, para comerlo bien tapado con la mantita y la calefacción puesta,
claro que si tenéis chimenea pues mucho mejor, ¡donde va a parar!.